Si no lo es, se comporta como tal, el asunto que lo puede explicar son los convenios militares firmados durante la era Chávez que dieron entrada a la compra de armamento militar catalogado de alto valor estratégico por los rusos. Fue de ese modo que Venezuela pasó de ser un Estado soberano a ser prácticamente un Estado vasallo al servicio de Rusia, porque el nivel de tecnología que adquirió la república venezolana solo pudo significar una alianza especial de alto carácter geoestratégico sin retroceso.
La Venezuela de Maduro está comprometida con Rusia a un nivel superior que la convierte prácticamente en un aliado “todo uso”. El país posee prácticamente los principales sistemas de defensa del catálogo ruso, algunas armas no las tienen incluso naciones con larga trayectoria en relaciones bilaterales, es el caso de Bielorrusia, Kazajistán y Siria. Esta última solo pudo emplear los sistemas S-300 de forma tutelada y prestada, lo contrario a Venezuela que posee esos equipos de forma autónoma (estos equipos son sensibles y siempre Rusia tendría un monitoreo directo) en su arsenal.
El armamento que tiene Venezuela lo ha llevado a escalar en el ranking de potencias militares en el continente, y ha pasado de estar entre los países de América Latina con un equipamiento militar medianamente considerable. En la era de la llamada cuarta república, recordemos que Venezuela llegó a comprar una interesante dotación de tanques a Francia AMX 30 y un pequeño escuadrón de aviones F 16 y también tenía un ejército regular que hacia su trabajo controlando el conflicto en la frontera. Hasta que llegó Chávez y engordó el equipamiento militar, de ese modo el ejército venezolano se fue copando de juguetes de guerra extremadamente sofisticados jamás vistos en la región.
Si lo analizamos desde el punto de vista del equipo pieza por pieza podemos asentar que el ejército venezolano es el tercer ejército del continente, por detrás de Estados Unidos y Canadá.
Tan solo comparemos los aviones cazas de cada uno de los países del continente desde México hasta la Patagonia, con los de la aviación venezolana, y para cada escenario la tecnología de la aviación militar de Venezuela es superior.
Pongamos por ejemplo una comparativa de poder entre la aviación militar de Colombia con sus cazas israelíes Kfir, sin duda son buenos cazas de combate pero no se compara con los ultrasofisticados Sukhoi 30-MKH, aviones considerados de cuarta generación y que están en la actualidad desplegados en la primera línea de la ofensiva del ejército ruso, creo que en un combate cuerpo a cuerpo los Kfir serian técnicamente derrotados por la capacidad tanto de los radares de largo alcance como por los misiles de los Su-30 MKH.
Supongamos otro escenario más equilibrado, es el caso que Colombia tiene helicópteros de combate de enorme potencia de fuego es el caso de los Black Hawk, aunque estos pueden cargar torretas de lanzamisiles, su función es la de un helicóptero utilitario de carga media, ahora su contraparte en Venezuela son los Mil Mi-35M2 , que están totalmente artillados, pero además el cuerpo está fuertemente blindado y puede resistir impactos de rondas de calibre .50 (12,7 mm) incluidas las palas del rotor de titanio. La cabina está protegida por una bañera de titanio, ningún ejército de la región tiene esta clase de nivel de fuego.
Naturalmente que el ejército colombiano tiene más de 100 helicópteros Black Hawk y el de Maduro tan solo cuenta con 15 unidades de los Mil Mi 35M2 más otras 25 unidades del modelo Mil MI 17V5, así que en teoría una zona de combate sería superado en números, sin embargo, los rusos dotaron al ejército de Chávez y ahora de su sucesor Maduro, de sistemas de misiles tierra-aire, tierra-tierra más complejos y numerosos capaces de derribar objetivos en al aire hasta 300 Km adentro del territorio enemigo.
En efecto Venezuela tiene los sistemas de misiles BM-30 Smerch y BM-21-1 Grad Sistema de lanzacohetes múltiple, los S-125 Pechora-2M Sistema múltiple de misiles antiaéreos, y los sofisticados sistemas antibalísticos S-300VM Antey 2500 con un alcance de hasta 300 kilómetros y ataque a multiobjetivo.
Otra tecnología rusa en el ejército de Venezuela son los tanques T32 en sus más recientes versiones, ciertamente no son lo último en tecnología ya que los rusos tienen un modelo superior, el T90; sin embargo, estos T72 pueden hacer el trabajo para Maduro, se estima que su ejército cuenta más de 200 unidades, que junto a los más de 130 tanques AMX 30 franceses (cuarta república) lo convierten en una temible artillería pesada, de hecho, Colombia no tiene en su ejército un tanque de artillería pesada y solo Brasil pudiera plantarle presión con sus viejos tanques Leopard 1A1 y M-60A3 TTS fabricados en los años sesenta.
Lo que les he comentado es simplemente una parte de lo que se conoce o puede ser de conocimiento público sobre el equipamiento militar producto de esta alianza militar Venezuela–Rusia, que ha llevado a Maduro a ocupar un sitial de honor en el olimpo del extremo Oriente a un nivel que ni los cubanos soñaron llegar.
En un conflicto a gran escala Venezuela es una nación que puede ser proveedora confiable de petróleo y de minerales preciosos para su aliado, y también una plataforma militar altamente sofisticada en pleno corazón del continente; estamos estratégicamente ubicados como cabeza de playa en la costa caribe y plena entrada a Suramérica.
Se subestima la inversión que hace Maduro en su ejército, que oficialmente sale registrada por tan solo 700 millones de dólares. Comparada con la inversión militar de Brasil de 28.000 millones o de Colombia de más de 10.000 millones, hace que Maduro luzca insignificante, pero aquí el asunto no es cuánto invierte en el ejército, sino cuánto están invirtiendo los rusos y en menor escala los chinos, son gastos ocultos que explican el endeudamiento del país.
Los detalles de la deuda que tiene el Estado venezolano en la figura de Chávez y Maduro con los rusos se ubican en más de 100.000 millones de dólares, tan solo el presupuesto venezolano no llega a los 15.000 millones de dólares, así que nos preguntamos de dónde sacan dinero para pagar la deuda. Lo cierto es que no la están cobrando de forma directa, sino que al final Maduro ha terminado convirtiendo a Venezuela en un Estado vasallo y a sus habitantes en esclavos, es de esa forma que está pagando la deuda.
El régimen de Maduro está totalmente comprometido al punto de que depende su propia sobrevivencia política. Creo que la oposición, a estas alturas del partido, antes de aventurarse en un escenario electoral, tendría que preguntarse qué tanto puede ser aceptable para esta superpotencia que su arsenal esté en otras manos que no sean las de Maduro y el PSUV. Porque eso es lo que sucedería si surge un cambio de gobierno producto de unas elecciones.
Recuerdo que los franceses durante la ocupación nazi solo pudieron rebelarse cuando estuvieron seguros de que antes habían desembarcado en Normandía los aliados, pero en el mundo libre quieren una rebelión en Venezuela y no hay siquiera atisbos ni amagos de una ayuda militar o intervención. Solo pan y circo electoral.
Quiero acotar que se espera en todo el continente un cambio político que promete ser tan telúrico y abismal que podría desplazar el centro de poder tradicional y confinarlo a regiones de clase media, igual que ocurrió en Bolivia. Esto va a ayudar definitivamente a Maduro.
La tendencia electoral en la mayoría de los países se está moviendo hacia la izquierda, así lo indican las encuestas, ellos retomarán el poder en Brasil con Lula y en Colombia puede darse un escenario ganador para Petro. Prácticamente todo el continente estará en manos de la izquierda, nada de centro-izquierda y conservadores.
Finalmente, mi recomendación es que hagan lectura del entramado internacional que ha sido tejido en torno a Venezuela para que comprendamos la verdadera dimensión del problema y podamos actuar con más responsabilidad y dejar a un lado a los vendedores de potes de humo.
¿Y usted qué opina?, ¿es Venezuela una colonia de Rusia? Me despido deseándoles libertad y democracia, nos leemos próximamente en El Nacional.
@estebanoria
Fuente https://www.elnacional.com/opinion/es-venezuela-una-colonia-de-rusia/
