miércoles, enero 10, 2024
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Voto manual y Maria Corina

Esta semana, quiero hablarles sobre la importancia de apoyar el sistema de voto manual y también por qué es crucial respaldar a María Corina Machado.

No me extenderé demasiado en este tema, ya que creo que puedo hablar con autoridad cuando les digo que no debemos confiar en el sistema automatizado electrónico del CNE. Gracias a mi experiencia en este campo, he tenido la oportunidad de estar en situaciones que me han permitido llegar a mis propias conclusiones sobre la manipulación de nuestros datos por parte del régimen. Es evidente cómo utilizan esto como parte de un conjunto de acciones para llevar a cabo su estafa electrónica y descarado robo de las elecciones.

Desde muy joven, he sido apasionado por las tecnologías. Durante mi tiempo como diputado en la Asamblea Legislativa del Estado Miranda, fui el primero en abogar por un sistema moderno de transporte ferroviario desde Guatire hasta Caracas. Anteriormente, también contribuí a la creación del sistema de transporte estudiantil SITRANES en Guarenas.

Para ampliar un poco más sobre mi carrera en tecnología, después de mi experiencia en el sistema de transporte, fui asesor de la Comisión de Ciencia y Tecnología en el extinto parlamento y director ejecutivo de la Cumbre Nacional sobre Transferencia Tecnológica. Además, ocupé el cargo de jefe de gobierno electrónico en la Alcaldía Mayor de Caracas y fui presidente de la Fundación para la Promoción de la Pequeña y Mediana Empresa de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (Propymettic). Durante mi trayectoria, organicé numerosos eventos tecnológicos con el apoyo de empresas patrocinadoras como Movistar, Cantv, PDVSA, Digitel, Microsoft e Intel. Naturalmente, siempre conté con el respaldo de El Nacional, una destacada empresa de medios.

Si bien amo los procesos automatizados y desearía que Venezuela pudiera disfrutar de una plataforma de voto electrónico, lamentablemente, en las circunstancias actuales, esto no es posible debido a la manipulación electrónica de los datos. Los chavistas y ahora los maduristas son conscientes de que han logrado mantenerse en el poder mediante el fraude electrónico, respaldado por un conjunto de estrategias que incluyen tácticas de intimidación para aumentar la abstención electoral. Si el nivel de abstención es lo suficientemente alto, les resulta más fácil operar mediante la manipulación electrónica.

Además de la intimidación, otra forma de manipulación utilizada en la estrategia electoral es el control biométrico, mediante el cual se pretende obligar a los ciudadanos a votar por los candidatos del PSUV. El régimen se encarga de hacerles saber a los ciudadanos que poseen su información personal y pueden cruzarla con las bases de datos electorales. Esto ocurre cuando los ciudadanos realizan solicitudes biométricas relacionadas con beneficios como las bolsas de CLAP, servicios médicos, pagos y ayudas del régimen, así como cuentas bancarias en bancos estatales donde se realiza el pago de nóminas. Toda esta información se cruza con la base de datos del CNE en un gran concentrador de datos que les permite identificar y generar estadísticas de consumo utilizadas por el régimen para profundizar el impacto de sus estrategias, tanto en el ámbito del terrorismo de estado como en las campañas electorales.

Cuando se aplica espionaje telefónico sobre determinados ciudadanos o se infectan computadoras mediante troyanos instalados en la red de Internet del estado, estamos hablando de terrorismo de estado a nivel cibernético. El régimen facilita modems de dudosa reputación que probablemente se utilizan para espiar, y la mayoría de los sitios web del estado venezolano están infectados con troyanos colocados por ellos mismos para comprometer a los usuarios y obtener acceso a las computadoras. Estas operaciones cibernéticas forman parte de los esfuerzos para garantizar el control social electrónico y la manipulación de los datos electrónicos, es decir, los resultados electorales alterados, probablemente se originan en lugares oscuros, como cajas negras.

Estas zonas oscuras son áreas físicas, probablemente ubicadas en las oficinas del CNE, donde se recibe inicialmente la data de las totalizaciones electrónicas originales. Allí es donde presumo que se realizan los cambios, y estas zonas están controladas por militares, sin la presencia de actores de la oposición. Se dice que una de estas ubicaciones es la Universidad Bolivariana, específicamente un anexo del edificio. Se presume que en ese lugar sospechoso todavía existe una zona oscura operada por una unidad especial compuesta principalmente por hackers venezolanos, quienes se encargan de encontrar los votos necesarios para asegurar la victoria de Maduro, sin dejar rastro. No es casualidad que la rectora de esta universidad sea una exmiembro del CNE.

Es especulativo intentar entender cómo funciona ese algoritmo que utilizan, pero lo que creo es que la única forma de evadirlo sería contar el 100% de las papeletas una vez sean enviadas o transmitidas, cambiando la regla constitucional para que, en lugar de ser válidos los votos electrónicos, sean válidos los votos contados manualmente en las mesas. Por lo tanto, se enviarían dos actas, una electrónica y otra manual, y prevalecería la última.

No hay dudas de que el señor Maduro perdería las elecciones incluso en una conserjería, al igual que el resto de sus amigos en el PSUV. Pronto, Maduro será un recluso bajo la jurisdicción de la CPI, junto con todos aquellos señalados por crímenes de lesa humanidad.

En este proceso de guerra híbrida, la oposición necesitará a María Corina Machado. Es su momento y, personalmente, cuenta con mi voto. Estoy seguro de que ella ganará las primarias en la oposición, ya que no hay otra persona disponible con las características necesarias para enfrentarse a Maduro, quien ha mejorado su versión gracias a la colaboración de factores de la oposición venezolana.

Venezuela necesita una oposición con una identidad clara, y María Corina representa precisamente eso. Sus objetivos son simples: en primer lugar, busca elecciones manuales; en segundo lugar, desea reactivar las sanciones contra Maduro, uno de los males que ha dejado la oposición es el desmantelamiento del sistema de sanciones. Necesitamos una nueva oposición, con esta nueva identidad liderada por María Corina, que se enfoque en estos objetivos y en que la Corte Penal Internacional haga su trabajo en Venezuela. Esa es la base de su negociación con el régimen. Todo lo demás, excepto María Corina, es colaboración con el régimen.

Esto es todo por esta semana y nos seguiremos leyendo en El Nacional.

 

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Esteban Oria
Esteban Oria
Political scientist, Digital Marketer, columnist @ElNacionalweb, former ALEM Deputy, former National Assembly Official, Ex-Head of Govt. Electronic, Former Advisor / Politólogo, Marketer Digital, columnista de @ElNacionalweb, exdiputado de ALEM, exdiputado de la Asamblea Nacional, exjefe de Gobierno. Electrónica, ex asesora
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